Cultura

Zíngaros deberá pagar US$ 18 mil y ocho veces lo que recaudaron a Diego Fischer.

Juana de Ibarbourou fue una parodia de los Zíngaros en 2016, cuando perdieron con Los Muchachos.

La Justicia falló a favor de Diego Fischer y condenó a Ariel “Pinocho” Sosa, director responsable de los Zíngaros, y a su letrista, Marcelo Vilariño, a pagarle US$ 18.000 más ocho veces lo recaudado durante el Carnaval de 2016, por tomar sin permiso pasajes de su libro “Al encuentro de las tres Marías”, en la parodia sobre la poeta Juana de Ibarbourou.

Algo que fue determinante para el fallo a favor de Fischer fue una pericia realizada en setiembre del año pasado por la Academia Nacional de Letras. El escrito de 25 páginas concluyó, entre otras cosas, en que “no hay ningún evento en el libreto de la parodia que no esté relatado en la novela” y en que “no hay diferencias significativas entre el libreto y las representaciones hechas en el Teatro de Verano”. Paso seguido advirtieron que la parodia de los Zíngaros era, entonces, una “reproducción parcial” del libro de Fischer, que novela la vida de “Juana de América”.

Fischer, patrocinado por los abogados Javier Berdaguer, Macarena Fariña y Macarena Raffo, del estudio Guyer y Regules, consiguió un fallo histórico para el Carnaval. La jueza Estela Jubette condenó en primera instancia a “Pinocho” Sosa y Vilariño a pagar US$ 8.000 más ocho veces lo recaudado en 2016 -cuando salieron segundos a cuatro puntos del primero, Los Muchachos- por “violación a la Ley de Derechos de Autor”. Sosa deberá pagar US$ 10.000 más por “daño moral”, por sus dichos contra Fischer en varios medios de comunicación.

¿Chau carnaval?
Varios carnavaleros declararon a favor de Sosa en este juicio que empezó en agosto de 2016 y terminó ayer sobre las 20 horas. Dijeron que si “Pinocho” perdía, el Carnaval corría el riesgo de desaparecer.

Lo cierto es que los conjuntos siempre suelen tomar textos o canciones de otros, y hacer versiones. Como prueba de esto alcanza con decir cuando Falta y Resto canta “dicen que la murga es un bombo y un redoblante”, parafrasea una canción que en realidad dice “que la patria es un fusil y una bandera”. Berdaguer, sin embargo, advierte que en realidad una cosa es inspirarse en un texto y otra es copiarlo.

Diego Drexler, secretario general de Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu), advierte a El País que no puede pronunciarse sobre el diferendo, puesto que involucra a dos socios de la institución. en cuanto a lo que establece la norma sostueiene que cuando alguien quiera usar una canción lo correcto sería que “pida autorización al autor para la transformación de la obra”.

Fischer sostiene que ni el creador de la parodia, ni nadie en representación del conjunto Zíngaros le pidió autorización para utilizar su texto.

Fuente: El País

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